domingo, 22 de enero de 2017

NO LE LLAMES!

No permitas que te siga haciendo daño. 

Separarse de alguien a quien se ama es uno de los sentimientos más dolorosos que el ser humano puede experimentar. Es causa de sufrimiento y de un profundo pesar, pues significa perder el amor en sí, y el amor es la mejor forma de felicidad conocida por el hombre. 
Todos es algún momento pasamos por eso, y siempre será difícil pero es una etapa que se puede superar. A lo largo de este proceso, aprendemos muchas cosas tanto buenas como malas, habrán momentos de confusión, tristeza, desesperación, depresivas, pero todo al final nos dejará una enseñanza. Al terminar una relación siempre habrá una persona que se habrá enamorado más, y siempre esa persona sufrirá más. Si tú eres la parte que se enamoró y  la otra parte dio por terminada esa relación y sientes que podrían volver a intentarlo es necesario que tomes en cuenta algunos aspectos.



¿Qué puedo hacer cuando nos sobrecoge la irresistible y compulsiva necesidad de llamarle a esa persona?

Primero, debemos darnos permiso para experimentar conscientemente la tensión y nuestros propios sentimientos, y soportarlos hasta que desaparezcan. Y ten por seguro que desaparecerán; los sentimientos son algo temporal. En eso consiste precisamente el truco: sentir nuestras emociones sin dejar que gobiernen nuestros actos. Requiere una gran dosis de disciplina y trabajo personal, pues lo más fácil sería dejarse llevar por nuestros sentimientos y actuar en consecuencia.
Cada vez que sufrimos un rechazo, se refuerza esa imagen de desesperación y antipatía contra la que pretendemos luchar.

El único modo de recuperarnos es librándonos de las fantasías de nuestro amor y siendo conscientes de todos los sentimientos y sensaciones que experimentamos. Por muy doloroso que sea, siempre pasamos 5 etapas que son la negación, cuando no aceptamos que hemos terminado una relación con alguien, o que nos han rechazado. la segunda etapa es la rabia, que es cuando nos enojamos con esa persona por lo que nos ha hecho o por las promesas que nunca cumplió. La tercera y cuarta etapa es la depresión  y desesperanza cuando nos hundimos en una serie de sentimientos y no queremos realizar nuestras actividades cotidianas. y la última etapa es la aceptación y es cuando empezamos a recuperar y reconstruir nuestra vida. La clave para que este proceso sea menos doloroso es no llamarlo, por mas que estemos ansiosas de saber de él o ella, lo ideal es dejar que sigan con sus vidas.  Si algo aprendimos, si llegamos admirarlo (a) es bonito que se reconozca cuando sea necesario pero nunca llamarlo. De una u otra manera algo nos llamó la atención o algo nos enamoró como para legar a poner nuestros ojos en esa persona. 


Las cosas que podríamos hacer para superar poco a poco este duelo serian:

¨ Para calmar nuestro enfado, podemos hacer ejercicio físico (correr,ir al gym, natación).
Servirá cualquier actividad en la que podamos descargar nuestra ira y nuestra tensión.

¨ Expresar nuestros sentimientos a través de ejercicios de creatividad tales como escribir
pintar, cantar y bailar.

¨ Hablar siempre que podamos de nuestros sentimientos con las compañeras del grupo de
terapia.

¨        Escribir una carta de despedida a la relación que acaba de terminar. Hay que escribirla como si pudiera oír a alguien que la lee, decir todo lo que debe ser dicho, y dejar que nuestros sentimientos afloren a medida que vamos escribiendo. NO DEBE ENTREGARSE.

Estos son algunos consejos que podríamos seguir, y nos ayudarían a seguir con nuestra
vida, tomando en cuenta que todo lo que vivimos nos deja una experiencia. Esperamos
que sirva de apoyo.

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